La ballena azul (TIC Montojo)
jueves, 31 de mayo de 2012
martes, 29 de mayo de 2012
lunes, 28 de mayo de 2012
Anatomía general
La adaptación a la vida acuática de las ballenas ha sido de tal magnitud que su apariencia recuerda por completo a la de un pez. Las extremidades anteriores han evolucionado hasta convertirse en aletas; aunque sus huesos todavía muestran reminiscencias de elementos óseos articulados terminados en dedos, las extremidades posteriores se han perdido por completo y no hay ninguna conexión anatómica entre éstas y la cola. La cola es grande, dispuesta en un plano horizontal y constituye el principal órgano propulsor en el desplazamiento de la ballena; además, no contiene hueso sino tejido elástico y fibroso que le confiere firmeza y flexibilidad.
Por otro lado, el cuerpo está cubierto por una capa de grasa que ayuda a la flotación del animal, a mantener el calor y como medio para almacenar energía. La piel de las ballenas carece de glándulas sudoríparas, de glándulas sebáceas y de pelo.
Al igual que otros mamíferos, las ballenas tienen pulmones. Respiran a través de uno o un par de orificios (espiráculos), situados encima de la cabeza y al contrario de lo que se cree, no expulsan agua cuando exhalan el aire y forman el característico surtidor. Éste varía en longitud y forma según la especie de que se trate; consiste en vapor de agua más una cantidad pequeña de agua que queda en la depresión situada alrededor del espiráculo y que es lanzada a la atmósfera cuando la ballena expulsa el aire de los pulmones.
Las ballenas presentan una serie de adaptaciones fisiológicas que les capacita para sumergirse a profundidades bastante grandes. En primer lugar, tienen un volumen de sangre mayor al de los mamíferos de tamaño y peso similar, y una capacidad mayor para almacenar oxígeno en la sangre y en los tejidos musculares. En segundo lugar, en cada inspiración se renueva entre el 80% y el 90% del aire de los pulmones frente al 10% o 20% de la mayoría de los mamíferos terrestres. En tercer lugar, las ballenas presentan cierta resistencia a acumular dióxido de carbono en los tejidos, pues es la acumulación de éste, en lugar de la falta de oxígeno, lo que desencadena la respuesta respiratoria involuntaria de los mamíferos.
Las ballenas con barbas pueden aguantar la respiración hasta 50 minutos cuando bucean y los cachalotes hasta 75 minutos; éstos suelen alcanzar profundidades de 460 m para buscar una de sus presas favoritas, el calamar gigante. Por último, las ballenas son capaces de restringir el riego sanguíneo sólo a órganos vitales durante una inmersión profunda, de manera que dichos órganos no se dañen por la falta de oxígeno.
Por otro lado, el cuerpo está cubierto por una capa de grasa que ayuda a la flotación del animal, a mantener el calor y como medio para almacenar energía. La piel de las ballenas carece de glándulas sudoríparas, de glándulas sebáceas y de pelo.
Al igual que otros mamíferos, las ballenas tienen pulmones. Respiran a través de uno o un par de orificios (espiráculos), situados encima de la cabeza y al contrario de lo que se cree, no expulsan agua cuando exhalan el aire y forman el característico surtidor. Éste varía en longitud y forma según la especie de que se trate; consiste en vapor de agua más una cantidad pequeña de agua que queda en la depresión situada alrededor del espiráculo y que es lanzada a la atmósfera cuando la ballena expulsa el aire de los pulmones.
Las ballenas presentan una serie de adaptaciones fisiológicas que les capacita para sumergirse a profundidades bastante grandes. En primer lugar, tienen un volumen de sangre mayor al de los mamíferos de tamaño y peso similar, y una capacidad mayor para almacenar oxígeno en la sangre y en los tejidos musculares. En segundo lugar, en cada inspiración se renueva entre el 80% y el 90% del aire de los pulmones frente al 10% o 20% de la mayoría de los mamíferos terrestres. En tercer lugar, las ballenas presentan cierta resistencia a acumular dióxido de carbono en los tejidos, pues es la acumulación de éste, en lugar de la falta de oxígeno, lo que desencadena la respuesta respiratoria involuntaria de los mamíferos.
Las ballenas con barbas pueden aguantar la respiración hasta 50 minutos cuando bucean y los cachalotes hasta 75 minutos; éstos suelen alcanzar profundidades de 460 m para buscar una de sus presas favoritas, el calamar gigante. Por último, las ballenas son capaces de restringir el riego sanguíneo sólo a órganos vitales durante una inmersión profunda, de manera que dichos órganos no se dañen por la falta de oxígeno.
¿Qué es la ballena azul?
Las Ballenas son mamíferos acuáticos y vienen de la familia de los Cetáceos. Otros Cetáceos son los delfines, las marsopas y los cachalotes.
Las ballenas son animales de un muy gran tamaño y la Ballena Azul es la más grande de todos los animales ya que mide 30 metros de longitud.
Las ballenas tienen la piel lisa y tienen debajo de ella una capa de grasa como si fuera ropa térmica. Las ballenas pueden nadar gracias a su aleta caudal que está puesta horizontalmente. No tienen dientes y su boca en lugar de dientes tiene unas láminas o barbas, con las cuales puede filtrar el plancton o el krill.
Las ballenas se cazan porque se aprovecha todo por ejemplo: de su grasa se obtiene aceite y los huesos o su carne para la comida por esta razón, han sufrido una caza excesiva que ha llevado a muchas especies al borde de la extinción.
Una de las ballenas que están en peligro de extinción en América y en Asia es la Ballena Azul.
Se han encontrado ballenas azules de hasta 33 metros de longitud y su peso de 190 toneladas, pero normalmente son de 25 metros de longitud. Las ballenas azules hembras son un poquito más grandes que los machos. La Ballena Azul, como su nombre lo dice, es azul pero su panza o vientre grisáceo o amarillento. Esta ballena es fácil de confundir con la Ballena Rorcual ya que es muy parecida, en su forma pero es diferente en tamaño y su color de piel es de un gris oscuro o negro.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)